Upskilling y reskilling aplicados a perfiles de dirección
La velocidad del cambio en el entorno empresarial ya no deja margen para liderazgos estáticos. En plena transformación digital, con modelos de negocio que evolucionan casi a la par que las tecnologías que los sustentan, los directivos se enfrentan a un desafío tan complejo como inevitable: actualizarse o quedar atrás. No se trata solo de incorporar nuevas habilidades, sino de repensar el rol del liderazgo en organizaciones que deben ser cada vez más ágiles, resilientes y competitivas.
En este contexto, los conceptos de upskilling y reskilling han dejado de ser terreno exclusivo de los equipos técnicos o junior. Hoy son herramientas clave en la agenda estratégica de cualquier perfil de alta dirección. Hablamos de aprender más —y mejor— para liderar con mayor criterio. De reaprender, si hace falta, para no perder el pulso del cambio.
En este artículo abordamos qué significan exactamente el upskilling y el reskilling, cómo se aplican en la capa directiva de las organizaciones y qué beneficios tangibles pueden aportar a quienes toman decisiones en un mercado cada vez más incierto y exigente.

¿Qué es el upskilling?
El upskilling se centra en perfeccionar y ampliar las competencias de los empleados en sus actuales roles profesionales. En términos específicos para directivos, significa adquirir nuevas habilidades que potencien sus funciones ejecutivas actuales, como el dominio de herramientas de análisis de datos, conocimientos en ciberseguridad, o gestión de equipos en entornos digitales.
Por ejemplo, un director financiero podría hacer upskilling para profundizar en técnicas de análisis predictivo a través de la inteligencia artificial, permitiéndole prever tendencias económicas y tomar decisiones basadas en datos.
¿Qué es el reskilling?
El reskilling, por su parte, implica capacitar a un profesional para que pueda desempeñar un rol diferente dentro de la organización. En el contexto de perfiles directivos, esto representa una oportunidad para adaptarse a las demandas de su empresa o sector y garantizar relevancia ante cambios organizativos.
Un ejemplo de reskilling sería un director de operaciones que asume responsabilidades asociadas a la dirección tecnológica, incorporando competencias en software de automatización o infraestructura en la nube.
Diferencias entre upskilling y reskilling
Aunque ambos conceptos comparten el objetivo de desarrollar el talento en la empresa, se diferencian fundamentalmente en su aplicación y enfoque estratégico:
- Upskilling busca optimizar el desempeño dentro de un rol actual.
- Reskilling prepara a un profesional para asumir un nuevo puesto.
En el caso de los directivos, estas estrategias no solo consolidan su contribución inmediata a la organización, sino que también alinean su evolución profesional con los objetivos estratégicos de la empresa.
Cómo aplicar el upskilling en perfiles directivos
Para implementar estrategias efectivas de upskilling en perfiles directivos, es esencial considerar tanto las necesidades individuales como los objetivos organizacionales. A continuación, se detallan los pasos clave para llevar a cabo este proceso de manera estratégica y eficiente:
- Identificación de áreas de mejora. Es fundamental realizar un diagnóstico exhaustivo, analizando competencias como el liderazgo en entornos híbridos, adaptabilidad cultural, y soft skills clave como la comunicación eficaz.
- Capacitación en tecnologías clave. Los directivos pueden beneficiarse de herramientas avanzadas como el análisis de big data o cursos en machine learning, mejorando así su capacidad analítica y de innovación.
- Coaching personalizado. Un coach ejecutivo puede guiar a los líderes en su desarrollo personal y profesional, asegurando que las nuevas competencias se alineen con los objetivos de la organización y refuercen su liderazgo.
Cómo aplicar el reskilling en perfiles directivos
Implementar estrategias de reskilling en perfiles directivos requiere un enfoque estructurado y alineado con las metas estratégicas de la organización. Estos son los pasos clave para llevar a cabo este proceso de manera efectiva:
- Definición de roles emergentes. El primer paso es definir los roles estratégicos que necesitan ser ocupados ante cambios en el mercado, como Chief Sustainability Officer o Chief Digital Officer.
- Formación dirigida a áreas emergentes. Capacitar a directivos en disciplinas emergentes como la sostenibilidad, la economía circular o la inteligencia artificial acelera la transición de funciones sin comprometer el rendimiento.
- Programas de mentoring. El mentoring organizacional puede ser clave para guiar a los directivos en su transición hacia nuevas áreas, garantizando una transferencia de conocimiento efectiva.
Habilidades estratégicas para el futuro
Las habilidades estratégicas desempeñan un papel fundamental en la adaptación y el éxito dentro de un mercado global en transformación constante. Estas competencias incluyen la capacidad de liderar de manera efectiva, también en entornos híbridos, fomentando la colaboración entre equipos en ocasiones distribuidos geográficamente y asegurando resultados óptimos a través de una comunicación clara y una línea de estrategia bien definida. Además, el dominio avanzado de herramientas digitales resulta esencial para el análisis de datos y la toma de decisiones, ofreciendo una ventaja competitiva clave.
Por otro lado, la aplicación de enfoques innovadores para resolver problemas complejos y el fortalecimiento de capacidades en campos emergentes, tales como las energías renovables y la tecnología financiera, son indispensables para abordar los desafíos actuales y futuros. La integración de una perspectiva estratégica y global en todas estas áreas permite una adaptación eficaz a un entorno empresarial dinámico y en continua evolución.
Beneficios estratégicos de implementar el upskilling y reskilling
La transformación digital y las crecientes demandas del mercado laboral subrayan la importancia de desarrollar continuamente las habilidades de los equipos. Adoptar estrategias de upskilling y reskilling permite a las organizaciones mantenerse competitivas y responder eficazmente a los cambios globales, pero además, supone muchas más ventajas. Veamos algunos de los beneficios que puede tener integrar upskilling y reskilling en tu compañía:
- Competitividad en la alta dirección. Optimizar el talento interno es una ventaja competitiva frente a contratar nuevos perfiles externos.
- Adaptabilidad organizacional. Permite responder con velocidad a las transformaciones tecnológicas y regulatorias.
- Retención de talento. Invertir en el desarrollo profesional fomenta la lealtad de los equipos de liderazgo.
- Cultura de aprendizaje continuo. Fomenta una visión a largo plazo que sitúa a la organización en la vanguardia del mercado.
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