El poder de entender cómo pensamos: una nueva forma de mejorar la colaboración y la comunicación en las organizaciones
Autor: Marcela León, directora de Leadership Services de Amrop Perú
¿Te ha pasado que, en una reunión, parece que tú y otra persona están abordando el mismo tema desde lugares completamente distintos? Tal vez tú estás concentrado en los detalles y el análisis, mientras tu colega ya proyecta una visión de futuro. Estas diferencias no necesariamente reflejan un problema de comunicación o de entendimiento, sino una diversidad en los estilos de pensamiento.

En mi experiencia trabajando con equipos de distintos sectores, me he dado cuenta de que uno de los principales desafíos en las organizaciones no es la falta de ideas ni de talento, sino la dificultad para comprender cómo piensan los demás. Y es que, aunque no lo notemos, cada uno de nosotros procesa la información de manera distinta, y esas diferencias influyen directamente en cómo nos comunicamos, cómo tomamos decisiones y cómo colaboramos.
Aquí es donde entra en juego una herramienta que, personalmente, me apasiona: el Hermann Brain Dominance Instrument (HBDI).
Pensar diferente es una ventaja, no un obstáculo
HBDI parte de una premisa muy simple, pero poderosa: todos tenemos distintos estilos de pensamiento, y cada uno de ellos tiene un valor enorme en el entorno laboral. La mayoría de nosotros tiene una combinación de preferencias: algunos somos más analíticos, otros más prácticos, algunos creativos, otros relacionales. Ningún estilo es mejor que otro. Lo importante es reconocerlos, comprenderlos y aprender a trabajar con ellos.
Esta herramienta nos ayuda a identificar nuestras preferencias cognitivas y a entender mejor las de los demás. Es como si nos diera un mapa mental para navegar nuestras interacciones diarias. ¿El resultado? Equipos más alineados, conversaciones más fluidas y decisiones mucho más robustas.
De la teoría a la acción
En el plano personal, HBDI facilita el autoconocimiento: nos ayuda a identificar cómo aprendemos, nos comunicamos y resolvemos problemas. Saber si nuestras preferencias tienden a lo analítico, práctico, relacional o creativo (simplificando el modelo) es un punto de partida valioso para nuestro desarrollo.
Pero aplicar el enfoque HBDI en una organización no es solo un ejercicio interesante, es una inversión estratégica. Al identificar los estilos predominantes de pensamiento dentro de un equipo, se obtienen beneficios concretos:
Mejora del trabajo en equipo:
- Permite visualizar los estilos de pensamiento del equipo y entender cómo se complementan o generan fricciones.
- Facilita la asignación de roles, mejora la colaboración y reduce conflictos innecesarios.
Comunicación efectiva
- Conocer el estilo de pensamiento de los demás permite adaptar el lenguaje, el enfoque y los mensajes para que sean mejor recibidos.
- Mejora las presentaciones, la persuasión y las negociaciones.
Resolución de problemas e innovación
- Promueve la diversidad de pensamiento. Un equipo equilibrado entre los cuatro cuadrantes puede abordar un problema desde múltiples ángulos.
- Fomenta la creatividad sin dejar de lado la ejecución y el análisis.
Si enfrentamos un reto que requiere tanto ideas nuevas como precisión operativa, ¿por qué no reunir a personas con perfiles complementarios y fomentar un diálogo basado en el respeto por la diversidad cognitiva?
Desarrollo de liderazgo
- Ayuda a los líderes a entender cómo lideran y cómo adaptarse a distintos perfiles dentro del equipo.
- Favorece la construcción de equipos más potentes y cohesionados.
- Mejora la toma de decisiones y promueve una mayor empatía organizacional.
Una invitación a mirar hacia adentro
Conocer cómo pensamos es un viaje fascinante. No se trata de encasillarnos ni de etiquetar o clasificar a los demás, sino de abrirnos a nuevas formas de ver el mundo, de entendernos mejor y de trabajar de manera más colaborativa. No es una prueba de inteligencia ni de personaidad, sino una herramienta que identifica nuestras preferencias cognitivas y permite una aplicación práctica para mejorar la comunicación, el trabajo en equipo y el liderazgo.
Estamos en un momento en el que la diversidad es más valorada que nunca, no solo por las vivencias y experiencias, sino también por la riqueza de pensamiento. La innovación, esa palabra tan de moda (y con razón), surge precisamente cuando distintas maneras de pensar se encuentran y se potencian.
¿Te animas a descubrir cómo piensas tú y cómo piensan los que te rodean? Esta herramienta puede ser el inicio de un viaje transformador para ti, tu equipo y tu organización.